Happy Hour: Vodka Tonic & Pepino
This post is also available in ENGLISH (INGLÉS)
Ya todos estamos de vuelta de nuestras vacaciones de fin de año, y todo lo que puedo decir es… ¡gracias a Dios! Ya saben que me encantan las fiestas de fin de año, y usualmente empiezo a organizar mis actividades con bastante anticipación para poder tener tiempo de hornear, comprar, hacer manualidades y disfrutar de la época con mi hija y mi familia.
La época navideña del 2015 fue cualquier cosa menos organizada, aunque traté. Todavía no me pasa que no tuve tiempo de hornear ni una sola galleta. Muchas cosas pasaron al mismo tiempo, no pude cerrar la oficina cuando hubiera querido porque aún había asuntos pendientes que necesitaban de mi atención las cuales me mantuvieron ocupada, apurada, y preocupada durante la primera quincena del mes, y luego mi mamá se enfermó. Ya está bien ahora, pero por una infección la tuvimos que llevar al hospital en la segunda semana de diciembre, y luego otra vez después de Navidad. Esta vez tuvo que quedarse por 6 días para recibir el tratamiento, lo cual significó pasar el 31 de Diciembre internada. Feliz año nuevo.
Aun así, no quería dejar que las situaciones me entristecieran y frustraran demasiado, y me enfoque en hacer de la celebración de Año Nuevo algo especial para mi esposo, mi hija y nuestros amigos más cercanos. También invité a mis suegros para una cena especial ofreciendo un pavo. Visité a mi mamá en el hospital durante el día, y regresé a casa tratando de tener la actitud más positiva posible para meter el pavo, que había preparado con anticipación, al horno. Realmente quería disfrutármela esa noche, y que todos se la pasaran bien.
Esa mañana, llame a una de mis pastelerías favoritas para preguntar hasta que hora atendían, porque mi esposo quería pie de limón de postre para esta noche, así que les pregunté si tenían y me dijeron que sí. Mi esposo fue a comprar el pie 25 minutos antes de que cerraran, solo para que le dijeran que había que ordenar el pie con anticipación para que prepararan el turrón. A mí no me dijeron eso cuando llamé, y mi esposo estaba más que molesto. Le hicieron esperar por 20 minutos para preparar el pie, y se lo entregaron en una caja sellada. Me pareció que 20 minutos era poco tiempo para que prepararan el turrón, pero tenía otras cosas de que preocuparme así que seguí con mis asuntos. Una hora antes que llegaran los invitados, saque la caja del refrigerador porque quería ver que le habían puesto encima al pie. Se me salieron varias malas palabras cuando descubrí que no se habían molestado en ponerle nada encima al pie, dejaron esperando a mi esposo 20 minutos y le dieron solo la base con el relleno de limón, y por supuesto, cobraron el precio completo. Al menos le hubieran podido decir que le estaban dando un pie sin turrón.
Mi cocina ya estaba limpia, pero no iba a dejar que un estúpido pie alterara mi ya frágil humor. Hice mi propio turrón, cubrí el pie y hasta saque mi soplete para decorarlo. Eso estaba arreglado.
Era hora de sacar el pavo del horno, y se veía muy bien. Tenía un color dorado muy bonito y olía delicioso. Cuando mi esposo cortó el pavo…. ¡Sorpresa! No estaba bien cocido. ¿En serio? Después de 20 años de estar preparando el pavo de fin de año, y esta noche de todas las noches, no me salió bien. La pechuga estaba bien cocida, así que cortamos la carne y los demás pedazos los regresamos al horno. Hubo suficiente para todos, y el resto de las piezas se terminaron de cocinar. ¡Salvamos el pavo! Eso estaba arreglado. Ahora, alguien por favor sírvame un trago.
Ah, no. Nuestra perrita se salió del cuarto y procedió a literalmente cagarse en la noche de año nuevo. La quiero mucho, pero se pone muy nerviosa cuando hay gente, y se vuelve una molestia. Esa noche había mucha gente. Dejó un recuerdito en el piso, y uno de nuestros invitados se paró en él, dejando huellas por todo el apartamento. Limpiábamos y limpiábamos y no se iban! Luego nos dimos cuenta que habíamos 4 que nos habíamos parado en el recuerdito, y los 4 estábamos dejando huellas por todos lados. Quise enterrar la cara en una almohada y gritar con todas mis fuerzas. Pero no lo hice. Mi esposo se encargó de limpiar, mientras yo atendía a nuestros invitados que estaban pidiendo café.
Después de que todo había pasado, me pude sentar con mis amigos para tomar algo con ellos.
Aunque para mis estándares la noche fue un desastre, estoy agradecida que aunque mi mamá estaba en el hospital, se estaba curando, que es lo que importa. Y yo pude pasar la noche con la gente que más quiero, cenamos rica comida, nos comimos nuestras uvas, vimos fuegos artificiales, nos abrazamos a la media noche y cuando todo terminó, pensé… este será un año nuevo que jamás olvidaré.
No se me ocurre una mejor anécdota para inaugurar nuestra nueva sección en The Foodies’ Kitchen. TFK’s Happy Hour! Estaremos trayéndoles recetas de cocteles y bebidas alcohólicas para que las disfruten con sus amigos o con su pareja. Nuestra primera receta, es de nuestros favoritos; Vodka Tonic & Pepino.
¡Salud por año nuevo!
Helga
Vodka Tonic & Pepino
Rinde: 1 bebida
Ingredientes:
2 oz de Vodka
4 oz de Agua Quina
4 rodajas delgadas de pepino fresco
limón fresco (para exprimir un poco)
5 pimientas negras enteras (opcional)
Procedimiento:
- Llenar un vaso con hielo.
- Agregar el vodka, las rodajas de pepino, y las pimientas.
- Agregar el agua quina, y un poco de jugo de limón.
- Revolver, y disfrutar.
© 2016, The Foodies’ Kitchen. All rights reserved | Todos los derechos reservados
This post is also available in ENGLISH (INGLÉS)